NOA - Chile 2010

Llegó el mes de febrero y con él la posibilidad de ir de vacaciones. ¿Qué destino tomaríamos? Había surgido la posibilidad de ir al sur, pero las ganas de ver el mar pudo más y decidimos conocer la hermana República de Chile.

Desde Córdoba el camino más directo es por el Paso de Agua Negra en San Juan. A pesar de ser un camino de tierra y mucho menos utilizado que el de Cristo Redentor en Mendoza decidimos conocerlo por haber leído varios relatos de personas que lo habían cruzado.
Pero a su vez aprovecharíamos el largo tramo de enlace para conocer varios puntos interesantes del Noroeste argentino. 

Así fue como partimos hacia Jáchal en la provincia de San Juan para pernoctar y desde ahí emprender el cruce al día siguiente. 

Tomamos la RN 20 con destino a Carlos Paz para empalmar la RN 38 que nos llevaría hacia la localidad de Chilecito en la Rioja. Apenas cruzamos el límite interprovincial la ruta se descomprime bastante de tránsito, salvo por algunos ¨piquetes¨ en la ruta.




Después de un breve ¨diálogo¨ con los ¨piqueteros¨ retomamos la ruta, que se mostraba así:



Almorzamos en Chamical y continuamos viaje, pasando por Los Colorados, unas bajas serranías que emergen del árido suelo mostrando sus intensos rojos. Al pie de las mismas se encuentra la Cueva del caudillo Riojano Chacho Peñaloza, donde solía apostarse con sus tropas y evadir o esperar al enemigo.




Más adelante campos de olivos contrastaban su verde con la aridez del entorno y el tono rojizo de las laderas. 




Al llegar a la localidad de Patquia se debe empalmar la RN 74 que culmina en Nonogasta, desde ahí se toma la legendaria Ruta 40 hacia Chilecito. En plena hora de la siesta arribamos a dicha localidad con el calor agobiante propio del norte argentino, decidimos tomar un refrigerio en un bar frente a la plaza del pueblo.




Uno espera que el bar del frente de la plaza de un pueblo del norte sea un lugar típico de la región, con muestras de arte propia de la zona, donde uno escuche folclore de fondo, pero el lugar en cuestión  resultó ser muy distinto a eso...




Desde Chilecito volvimos sobre nuestros pasos hacia Nonogasta para retomar la RN 40 hacia la hermosa Cuesta de Miranda. Un tono rojizo en el terreno se hizo presente, dándole al entorno una belleza singular.




Desde el camino se puede apreciar el rio Miranda y el majestuoso Cordón del Famatina (6350 msnm).








Una parada en el camino para contemplar el paisaje y rendirle homenaje el noble Renault Clio que nos había llevado hasta ahí y que todavía tenía mucho por recorrer. 



Vegetación característica del lugar. 




Cruzamos el desvío de la RP 26 que lleva a Villa Unión, pasamos Guandacol y nos dispusimos a ingresar a la provincia de San Juan. Acá la ruta presenta varios vados, algunos con una profundidad pronunciada, lo que obliga a trasponerlos con precaución ya que muchos tienen arena y piedra arrastrada seguramente por las crecientes. 


La majestuosa ruta 40 nos regaló otro tramo muy pintoresco, la Cuesta de Huaco. No dispongo fotos de la misma ya que la tarde había caído. Arribamos a Jáchal al anochecer, nos instalamos en el Hotel que habíamos reservado, cenamos y a dormir. 


Después del desayuno recorrimos parte de Jáchal para tomar la RN 150 que nos llevaría al Paso de Agua Negra. El día se presentó muy claro con un cielo absolutamente diáfano.



A los pocos minutos habíamos salido de Jáchal y tomado la RN 150 que nos llevaría eventualmente hasta el límite con Chile previo paso por el puesto de Gendarmería ubicado en la localidad de Las Flores y el puesto de control migratorio y aduanero Guardia Vieja ubicado ya sobre la cordillera. Es común que en la frontera entre Argentina y Chile los puestos de control migratorios se encuentren a varios kilómetros del límite, esto es debido a cuestiones topográficas, climáticas, de relieve, etc. 




Desde la ruta se obtienen unas majestuosas vistas al río Jáchal que serpentea junto al camino. 




Pasamos Pismanta y bordeamos la localidad de Rodeo donde se encuentra el Embalse Cuesta del Viento, emplazado sobre la unión del río Blanco y el arroyo Iglesia donde nace el río Jáchal. Este lugar es un paraíso para los amantes del windsurf, ya que el régimen de vientos posibilita la práctica de éste deporte durante todo el año. 








Hicimos los trámites migratorios y continuamos viaje, ya hacia el corazón de la cordillera. 






Cuando arribamos al puesto Guardia Vieja los gendarmes nos comunicaron que debíamos esperar unos minutos a que Vialidad habilitara  una parte del camino que había sido deteriorado por la crecida de un arroyo. En el puesto no hay corriente eléctrica, sólo disponen del servicio unas horas a la noche a través de éstos modernos paneles solares. 




Aprovechamos el tiempo para almorzar tipo picnic y recorrer los alrededores del puesto. En la foto el modesto puente cruza el arroyo Agua Negra. 




Radio mediante Vialidad autorizó el tránsito sobre el camino, pero recomendó partir en caravana, ya que la zona todavía se encontraba con agua sobre la calzada.




Estábamos en plena cordillera, el contraste de colores es sorprendente, cielo azul, terreno agreste, nieves eternas...




La altitud se hacía notar en el apunamiento del Clio que con sus tironeos nos recordaba que estábamos arriba de los 4000 m.s.n.m. De repente ante nuestros ojos se nos presentó uno de los lugares que esperábamos conocer, el Glaciar Agua Negra. 




Foto familiar y a seguir viaje.




A los pocos km del glaciar interpusimos el límite internacional. 






El estado del camino del lado chileno (Ruta CH 41) lamentablemente estaba muy deteriorado, con interminables serruchos que hacían sacudir el Renault. Pero se compensaba con la paleta de colores que nos regalaba la cordillera. 




De repente y ante nuestra sorpresa, ya que no lo habíamos visto en el mapa, nos deleitamos con una represa de alta montaña, se trataba del Emblase La Laguna (3150 m.s.n.m.) ya en la IV Región de Coquimbo, Chile.



Después de un cansador pero reconfortante cruce estábamos ¨del otro lado¨, en las puertas del Valle del Elqui. Dicho valle es reconocido por sus viñedos, muchos de ellos plantados sobre las laderas de las montañas. 




En esta región se producen muchos de los vinos chilenos reconocidos mundialmente como así tambén el típico Pisco Capel. 


Pasamos la localidad de Vicuña, donde nació la poetisa chilena Gabriela Mistral, y al atardecder ya estábamos en la Serena contemplando las playas sobre el oceáno Pacífico. 


Viajábamos sin reservas y luego de una intensa búsqueda logramos alojarnos en el Hotel El Faro situado en el casco histórico para pernoctar y continuar viaje. Depués de haber estado en lugares tranquilos La Serena nos pareció muy concurrido, con mucho tránsito.


Desayunamos, nos reabastecimos de combustible y retomamos la ruta hacia el norte del país trasandino. 




Chile está atravesado de norte a sur por la Ruta 5, es la principal arteria de comunicación terrestre del país. Desde la Serena hasta la localidad de Vallenar es autopista, y desde Vallenar hacia el norte, ruta. En dicha localidad nos agarró el mediodía, decidimos parar almorzar y distendernos un rato. 




Callecita de Vallenar. El restaurante de la esquina a la izquierda de la foto fue el que elegimos para almorzar. 




Acá pudimos comparar los costos de salir a comer en Chile, nos pareció un poco más caro que en nuestro país. 


Continuamos nuestro periplo y al atardecer llegamos a la localidad de Caldera. 




Callecita de Caldera con vista al puerto. El buque que se ve en el centro de la foto estaba siendo cargado con vino del Valle del Elqui con destino a EEUU. 




Moái donado por la Isla de Pascua a la localidad de Caldera. 




Bahía de Caldera. Aunque en la foto no se aprecia por estar el cielo parcialmente nublado, el color de sus aguas es azul y transparente, muy agradable a la vista. 




Pero nuestro destino final era Bahía Inglesa, un pequeño balneario ubicado a tan sólo 6 km. de Caldera. El color azul profundo de sus aguas contrasta con el blanco de sus playas y la inmensidad del desierto de Atacama. 






Recién el segundo día logramos conseguir una cabaña para alojarnos el resto de nuestra estadía. Cabe señalar que la oferta de hospedaje no es suficiente sobre todo en el mes de febrero, mes fuerte de vacaciones en el país vecino. 




Uno de los días visitamos Playa La Virgen, un balneario distante 35 km al sur de Bahía Inglesa. Sus playas se caracterizan por su arena blanca muy fina y su agua turquesa. Sin embargo, la temperatura del agua es extremadamente fría. 




Almuerzo playero.




El balneario cuenta con servicio de camping, baños, cabañas y estacionamiento no cubierto. Sin duda fue uno de los lugares más bellos que visitamos. 


Raquel y Alma disfrutando del sol. 




Pero no estaban solas, tenían compañía cerca...




A jugar!




Baño de inmersión y foto. 



El balneario debe su nombre a que en el camino a la playa existe una roca que de manera natural simula la imagen de una virgen.



A la vuelta y con el despuntar del atardecer paramos en Puerto Viejo, un pequeño pueblito de pescadores. 




Desde un promontorio se tenía una espectacular vista al pueblo para un lado y el imponente Desierto de Atacama para el otro. 




Recuerdo que el retorno de este paseo fue muy placentero, estábamos todos de buen humor y con muy buena disposición. 
El atardecer es un momento del día que intrínsecamente llama a la relajación y a la reflexión, más aún en semejante lugar, con el desierto a un costado y el mar en el otro. Volvíamos despacito, como intentando que no se termine, cantando, muy felices. Uno de esos momentos que difícilmente logre olvidar. 


Otro día nos dispusimos a visitar un lugar muy característico de la región llamado Santuario de la Naturaleza Granito Orbicular. 




En la playa encontrábamos la fauna característica del lugar. 




Una foto para testimoniar nuestra presencia en el lugar. 




Pero disfrutábamos de una hermosa compañía...




Aprovechamos la cercanía de una lobera para avistar éstos simpáticos animales.




Volvimos a Bahía Inglesa y caminamos por su costanera al atardecer. 




Sobre la costanera se encuentra el Domo, un lugar ideal para disfrutar de un trago con vista al mar. Aparte de resto - bar  el lugar cuenta con habitaciones para hospedarse. 




Hotel Rocas de Bahía, uno de los mejores del lugar. 




Foto del ingreso al balneario tomada en una caminata matinal. 




Atardecer en una de las playas del lugar. 




El intenso serrucho del camino había dejado testimonio de su paso en el Renault Clio, un tornillo había perforado uno de los conductos del aire acondicionado. Un taller para la reparación fue la excusa perfecta para visitar Copiapó, capital de la provincia homónima y de la Región de Atacama. 






Un banco muy original...




Calle de Copiapó desde su plaza central.




El Desierto de Atacama está presente en todo el camino entre Copiapó y Caldera. 




Alma disfrutando de un día de playa en Bahía Cisne.




Campamento playero con refrigerio incluido...




No hay mejor manera de terminar un día de playa que con un exquisito pisco sour en el Domo...




Bahía Cisne nos agradó más por ser una playa con menor densidad de turistas. Su tranquilidad era realmente acogedora. 




Llegó el día de emprender el largo regreso. El primer tramo fue hasta La Serena nuevamente. Esta vez tuvimos tiempo de conocer su casco histórico con su plaza.








El segundo día haríamos el tramo La Serena - Valparaíso. Aprovecharíamos este enlace para conocer algunos lugares de paso. 


Parque eólico Canela.





A la altura de lo localidad de Pullally dejamos la ruta transversal 5 para tomar hacia el este por la E 30 F, con destino a la siguiente localidad, cuyo nombre NO se lo puse yo...




Papudo no hizo honor a su nombre y resultó ser un lugar de una belleza y colorido singular.






De aquí en adelante dicha ruta transita bordeando el mar en forma de costanera, pasando por varios pueblitos costeros y permitiendo unas vistas espectaculares. 


Casa en Zapallar.




Nos detuvimos en Zapallar para contemplar el mar. Encontramos una de las más bellas plazas que vi en mi vida, su vista era imponente. 




Retomamos viaje hace Viña del Mar, previo paso por Concón. Pernoctaríamos en Viña y al día siguiente tomaríamos la ruta 60 que nos llevaría al paso Cristo Redentor, en Mendoza. 


Costanera de Concón. 




Viña resultó ser una ciudad muy bella y preparada para el turismo. Pero su ritmo era algo caótico, con muchos vehículos y gente por todos lados, algo que a nosotros no nos atrae mucho. Intentamos alojarnos pero su oferta escapaba a nuestras posibilidades, así que nos dirigimos hacia la vecina ciudad de Valparaíso. Encontramos un hotel, cenamos en un restaurante con vista al mar y nos dispusimos a descansar para emprender el último tramo al día siguiente. 


Nos levantamos muy temprano, desayunamos y emprendimos el regreso. Doy gracias al recientemente adquirido GPS que nos permitió salir de Valparaíso muy fácilmente. Nos detuvimos en la localidad de Los Andes para aprovisionarnos de alimentos y nos dispusimos al cruce. 




Feliz por la experiencia vivida.




Antes del límite internacional la ruta transita por una zona extremadamente sinuosa llamada ¨Los Caracoles¨. Dado que esta ruta oficia de corredor bioceánico el tránsito de camiones es muy intenso y lento por cuestiones de seguridad. Se hace prácticamente imposible sobrepasarlos en este tramo. 




A punto de ingresar al túnel internacional Cristo Redentor.




Al salir del túnel, y como por arte de magia, ya estábamos en la provincia de Mendoza. 




Faltaban los últimos kilómetros, muy bellos por cierto por la provincia de Mendoza. Pasamos por Puente del Inca, Los Penitentes, Punta de Vacas, Uspallata, Potrerillos pero no nos detuvimos. Bajamos hasta el empalme con la RN 40 para retomar  la RN 7, que vía San Luis nos llevaría hasta Córdoba. 


Arribamos a Córdoba al anochecer, cansados pero extremadamente contentos y agradecidos por las experiencias vividas. 

10 comentarios:

  1. Hola FERNANDO

    FELICITACIONES por haber puesto "en el aire" un blog con relatos de viajes.

    Me gustaron mucho tanto la forma del relato como las excelentes fotografías y seguramente su lectura va a servir para que mucha gente se largue a conocer lugares a los cuales se llega con un auto de calle y por cuenta propia.

    Es muy gratificante emprender estos viajes en familia, demostrando que con chicos pequeños se pueden hacer sin problemas.

    Gracias por el trabajo y el tiempo invertidos y por señalarme lugares que todavía me faltan visitar.

    Te mando saludos.

    Omar Bianciotto
    Villa Bosch - Bs As.

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  2. Hola Fernando, mis felicitaciones por el trabajo de armar estos relatos, que nos permiten conoser tan bellos lugares. Excelentes fotos, y lo bueno de disfrutar de los viajes en familia.

    Saludos

    SergioLU4HSF

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  3. Felicitaciones por el blog Fernando! Muy lindo trabajo, hermoso viaje, muchas gracias por tomarte el tiempo de hacerlo. Te cuento que nuestro plan era ir a visitar La Serena y volver a Cordoba pero la verdad ahora quiero hacer el recorrido que hiciste con tu hermosa familia! Me pongo a hacer numeros y fechas! Un abrazo y continua con el blog!
    Heber Moises

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  4. Muchas gracias a todos por dedicarle unos minutos a la lectura del blog. Realmente valoro sobremanera éstas palabras ¨de aliento¨, dan ánimo para continuar publicando.
    Les mando un gran saludo a todos y seguimos en contacto!}
    Fernando

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  5. los felicito chicos!por compartir estos hermosos recuerdos con los demas!!!!un beso enorme para todos ustedes!!!!!de parte de tu prima myriam y tu tia chicha que esta conmigo y le gusto mucho todo!!!!!

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  6. Myriam y tía Chicha, qué alegría que hayan leído el blog! De alguna manera, compartiendo estos momentos por acá nos hace sentir más cerca. Les mando un gran beso a todos por San Juan!

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  7. Es maravilloso que hayas documentado tu viaje, se entendió perfectamente al ser explicada cada fotografía de esos hermosos lugares que a veces no están al alcance de todos, te fefelicito, adelante

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  8. muy buenos comentarios, mucha informacion y mucho trabajo, muchas gracias!!!

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  9. Me alegro sobremanera que haya sido de tu agrado, saludos!

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