Salta 2012

En el mes de Julio surgió la posibilidad de realizar un paseo por algún lugar de nuestro país, por recomendaciones de amigos y compañeros de trabajo Salta fue la opción elegida. 

Así fue como después de hacer una minuciosa investigación por internet programamos nuestra hoja de ruta y lugares por visitar, cargamos nuestros enseres en el auto y partimos alrededor de las 7:30 por la RN 9 hacia dicho destino. La idea del primer tramo era llegar hasta Cafayate, vía Tafí del Valle en Tucumán. El amanecer nos encontró en los alrededores de la localidad de Jesús María. 


Nos separaban poco más de 700 km del primer destino. Nos preocupaba cómo tolerarían el viaje nuestros hijos Alma (5) y Bautista (1). Como es normal, al principio las expectativas elevan los ánimos y proponen un ambiente agradable. Además, dispongo de un sustituto al volante de suma confianza...


En la localidad de Dean Funes se empalma la RN 60 que a poco kilómetros de ingresar a la provincia de Catamarca nos permite tomar la RN 157 que vía Frias en Santiago del Estero nos dirige a  Simoca, Tucumán. 


Después de un frugal almuerzo en la estación YPF que se encuentra en el ingreso al pueblo, aprovechamos la parada para distendernos, caminar un poco y disponernos a continuar viaje. 


Las rutas tucumanas no nos recibieron bien, su estado no es óptimo y encima había que soportar mucho humo por la quema de caña de azúcar que se realiza en ésta época del año, sumado a la presencia de tractores acoplados con varios carros que transportaban enormes parvas de caña. 





Sumado al humo y los tractores, nos llamó la atención la presencia de muchos camiones cisterna de la recientemente nacionalizada petrolera YPF, los cuales también eran difíciles de trasponer. 




Cuando los ánimos comenzaron a atenuarse, apelamos a recursos muy originales...


Después de trasponer Simoca tomamos a la izquierda hacia Monteros, sobre la RN 38 y en Acheral empalmamos la RP 307 que nos llevaría a la popular villa turística de Tafí del Valle. A partir de aquí el humo se disipó y Tucumán se nos mostró mejor, numerosas plantaciones de caña nos acompañaban al costado del camino. 




Y de repente y como por arte de magia, todo se volvió verde y húmedo, con un fondo de montañas muy pintorescas. Estábamos atravesando la Reserva Los Sosa, un área que protege la rica biodiveridad de la selva de yungas. Ver tanta fertilidad en pleno julio nos resultó muy agradable. 








 A nuestra izquierda serpenteaba el río Los Sosa. El camino estaba en plena reparación, sin embargo no nos imposibilitó de disfrutarlo plenamente. 




En una de las curvas, y ante nuestra sorpresa, se nos presentó el Monumento al Indio, escultura que caracteriza al Tucumán turístico. 


Dejamos atrás el ambiente selvático y paulatinamente el paisaje se volvió más agreste. La villa turística El Mollar, con su embalse homónimo, nos indicaba que estábamos próximos a Tafí.




La cercanía de estas villas veraniegas a la ciudad de San Miguel de Tucuman han promovido la construcción de numerosas casas de veraneo y fin de semana. 




Arribar a Tafí del Valle fue la excusa perfecta para la merienda. Esta parada me permitió contemplar el paisaje y recordar una anterior visita al lugar, pero esa vez el entorno era diferente, ya que las lluvias de verano le habían dado un tono mucho más verde al lugar. 



De aquí en adelante, la ruta asciende en zig zag. Hacia la izquierda vemos el pequeño cauce del río Tafí junto a campos con sus plantaciones y animales. Hacia la derecha se comienzan a avistar  los primeros cardones, cactus típico del noroeste argentino. 



Después de trasponer el abra del Infiernillo (3042 m.s.n.m.) la  ruta desciende hacia la localidad de Amaicha del Valle que sería el último poblado antes de doblar hacia la derecha por la legendaria RN 40, que vía Colalao del Valle nos llevaría hacia nuestro primer objetivo del viaje, Cafayate. 


Estábamos en la puerta de  los valles Calchaquíes, cerrados al oeste las sierras de Quilmes o el Cajón, y al este por las Sierras Calchaquíes.  


A 3 km del empalme, se encuentra a la izquierda el ingreso a las Ruinas de Quilmes, que no visitamos en ésta oportunidad por lo avanzado de la hora como así tampoco el Museo de la Pachamama en Aimachá del Valle. 


Nos sorprendieron numerosos badenes en este tramo, el cual recomiendo transitar con suma precaución. 


Arribamos a Cafayate alrededor de las 20:30. Comenzamos la búsqueda de alojamiento, algo que siempre nos resulta tedioso ya que nos encuentra cansados y con hambre. Por suerte, después de una hora, ya que no se conseguía fácilmente por estar en plena temporada invernal, nos hospedamos en el Apart Hotel Cafayate, muy recomendable y accesible. Baños, cena (empanadas y tamales)  y a descansar.  


Al otro día aproveché que el resto dormía para caminar por el pueblo y eventualmente desayunar frente a la plaza. El día se presentaba soleado, con un cielo azul diáfano y prometía una temperatura agradable. Los primeros rayos del sol iluminaban la catedral dándole un brillo especial.


Catedral Nuestra Señora del Rosario - Cafayate
Aproveché que sus puertas estaban abiertas a pesar de la hora para conocer su interior. Esperaba encontrar un lugar silencioso, sin embargo estaban proyectando una grabación con música religiosa y una voz en off relataba oraciones. Sin lugar a dudas el ambiente era muy apacible y disponía a la meditación. 




Un colorido ventanal vidriado en forma de círculo permitía que los rayos del sol iluminaran naturalmente el ingreso al templo.




Al salir encontré que los aspersores estaban regando la plaza, aportando una frescura muy agradable al entorno. 




Dado que todavía disponía de tiempo, aproveché para hacer una breve recorrida por las bodegas de la zona. El valle de Cafayate es óptimo para el desarrollo de la vid, destacándose la variedad de uva torrontés.




Gran emoción sentí cuando vi a obreros descargando un camión con damajuanas, ya que me dedico a la venta de vinos, y este clásico formato lo comercializamos con una alta rotación. Los cerros circundantes aportaban su belleza al lugar. 


Un poco más a las afueras, siempre por la RN 40 con dirección a la localidad de Tolombón, se encuentran la bodega y los viñedos de la bodega Lavaque. 





Me llamó la atención un grupo de motos de pequeña cilindrada estacionadas sobre el borde de uno de los viñedos, eran de los peones que se encontraban trabajando.




Un poco más adelante los viñedos de la bodega El Esteco.




Una suave bruma matinal oficiaba de marco para darle al paisaje un aspecto celestial.



Los surcos en las viñas son interminables. 


La bodega se encuentra distante unos kilómetros de éstos viñedos, hacia el norte, en la intersección de las RN 40 y la RN 68.




De vuelta en el pueblo, ya que vía mensaje de texto me habían comunicado que los pasajeros ya se estaban levantando, pasé por la Bodega Nanni. 




Pero lo mejor estaría por venir. El próximo y más esperado objetivo del viaje era visitar las distintas formaciones pétreas que la erosión del agua y el viento han formado en la Quebrada de las Conchas, sobre la RN 68 rumbo a Alemanía. Cargamos nuestras pertencias en el estacionamiento del hotel y nos dispusimos a emprender nuevamente el viaje. 


Interior del Apart Hotel Cafayate - Salta


Se debe tomar RN 40 con rumbo norte, a pocos kilómetros del pueblo se empalma la RN 68 hacia la derecha. El camino está totalmente asfaltado y en excelente estado. Dejamos atrás los viñedos protegidos por alamedas para adentrarnos en un paisaje más silvestre. 


Valles Calchaquíes desde el borde del río Santa María - Salta
En el km 20 se ven Los Castillos, formaciones rocosas de un color rojo intenso. 




Una vista más cercana zoom mediante.



Continuamos lentamente para detenernos en otra de las formaciones, El Obelisco. 




Es notable la acción del viento y el agua en el paisaje circundante.




El lugar es de una singular belleza paisajística, ofrece una policromía de marrones y ocres que contrasta con el cielo azul. 



En el km 31 se encuentra La Yesera, montículos de arenisca de color blanco, y tres kilómetros más adelante, sobre la margen opuesta del río, aparece la figura de El Fraile,  los  cuales no fotografiamos.


En el km 48, está la entrada al Anfiteatro, uno de los dos lugares más interesantes del paseo. 


Quien suscribe y Bautista en el interior del anfiteatro. 



Una vista desde el interior del anfiteatro hacia su salida.




Otra vista hacia arriba. 




La presencia de turistas era masiva, algunos extranjeros y muy bien equipados, como es el caso de éstos viajeros europeos. 




Foto familiar para testimoniar nuestra presencia en el lugar.




Retomamos la marcha y a apenas 500 mts. del Anfiteatro encontramos la Garganta del Diablo, para mi gusto la más impactante de todas. 

Ambas formaciones fueron producidas por la erosión del agua que cortó verticalmente las rocas sedimentarias formando recintos casi circulares de más de 50 mts. de altura, a los cuales se llega caminando por estrechos pasajes.  


Sorteando una piedra en forma de tobogán de unos tres metros de altura aproximadamente, se logra acceder al interior profundo del lugar. 




El lugar es sencillamente impresionante. 




Alma no se quiso perder una foto en el lugar.




En este sitio, es decir a 50 km de Cafayate, termina la espectacularidad de las rocas y es el punto en el que habíamos programado regresar.  En uno de los puestos en las afueras del lugar compramos un souvenir y tortillas a la parrilla para degustar en nuestro regreso. 


El río de las Conchas, que nace de la unión de los ríos Santa María y Calchaquí,  nos acompaña en nuestro retorno. 



Quizás por estar del lado opuesto del camino, nos habíamos salteado una simpática formación, la cual llamó mucho la atención a Alma, El Sapo.




Arribamos a Cafayate alrededor de las 13:30, muy satisfechos con el paseo realizado. Decidimos almorzar en el mismo lugar en el cual habíamos cenado la noche anterior. Esta vez el menú fue matambre a la pizza, muy bueno por cierto. 


Satisfechos con el almuerzo nos dispusimos a realizar otro periplo, ir hacia Cachi por la RN 40 atravesando otro sitio imperdible de la zona, la Quebrada de las Flechas. 



Como muestra claramente el cartel, nos esperaban casi 160 km. hasta el segundo objetivo de nuestro viaje. 


Hoja de ruta del tramo Cafayate - Cachi.


Fuente: http://www.ombian.com.ar/NOA_2006/undecima.htm
El camino pavimentado nos acompañaría sólo los primeros 20 km hasta la localidad de San Carlos. El resto sería ripio con serrucho incluido.  


Sin embargo, sabíamos que iba a valer la pena. El paisaje, al igual que en el periplo anterior,  es dominado por formaciones muy erosionadas donde predominan los tonos rojizos y marrones. 


El desolado camino atraviesa los pequeños pueblos de San Rafael, Los Sauces y La Merced, todos compartiendo una característica en común: están escasamente habitados. Una estación de servicio en Payogastilla daba claras muestras de ello...




Por suerte era auto service...




Y ofrecía un servicio integral...




Una de las cosas que más me atrae de nuestro noroeste es que uno llega a encontrarse en el medio de un entorno increíble, en soledad absoluta, envuelto en el simple sonido del viento o del canto de un pájaro. El tiempo parece haberse detenido ahí, dándole a uno la oportunidad de ser testigo de su paso. Y nunca falta una pintoresca capilla que  aporta más belleza y espiritualidad al paisaje. 




El camino es escoltado en todo su recorrido por el río Calchaquí, el cual hay que atravesar por angostos puentes. 




Me llamó la atención que los lechos de los ríos son mucho más anchos que el cauce de agua que llevan, esto me indica que en época de lluvias el flujo debe ser considerablemente mayor con las crecidas. 


Vista de meandros del río Calchaquí desde uno de los puentes de la ruta 40 - Salta
Es una zona de una belleza extraña donde la arenisca que tapiza las laderas de los valles muestra formas caprichosas como resultado de la erosión provocada por el viento.
Fuente: http://www.ombian.com.ar/NOA_2006/undecima.htm






Aprovechamos una breve parada para cumplir con el pedido de Alma de fotografiarse junto a un cardón. 




Y para homenajear al noble Palio que nos había llevado hasta ahí.


Ruta 40 - Quebrada de las Flechas - Salta
El piloto no quiso quedarse afuera de semejante acontecimiento. La ruta 40 ha despertado en mi un gran interés, por la variedad de paisajes y niveles de complejidad que su trazado ofrece. Tengo en mis planes recorrerla en su totalidad algún día.



En el lugar las placas sedimentarias a ras del suelo se quebraron por el surgimiento de las montañas y sus extremos quedaron apuntando al cielo. Luego el viento las afiló y ahora parecen cuchillas o puntas de flecha, una al lado de la otra, de ahí el nombre ¨Quebrada de las Flechas¨. 


Desde la distancia el paisaje parece una torta mil hojas totalmente fragmentada. En esta zona el terreno y los cerros no son rojos sino ocres, como las casitas de adobe semiderruidas aquí y allá, habitadas desde hace más de un siglo. 
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/turismo/9-1120-2007-09-09.html





Por momentos el camino atraviesa por estrechos desfiladeros. 



Apuramos el ritmo dado que la tarde estaba cayendo, los últimos rayos del sol nos acompañarían hasta Cachi. 

Una vez más a buscar alojamiento, esta vez sería un desafío aún mayor ya que es una localidad con bastante menor oferta que la ciudad de Cafayate. 


Preguntamos en varios lugares pero estaba todo ocupado. Se nos recomendó acudir a la Oficina de Turismo, ubicada frente a la plaza. Averiguaciones de por medio, el muchacho a cargo nos consiguió la llave de una de las cabañas del Camping Municipal, la cual resultó ser no sólo muy cómoda, sino también bastante económica. Bajamos el equipaje, cena (pizza de rotisería) y a dormir. 

Cabaña N 1, Camping Municipal, Cahi.
Las cabañas se encuentran en un predio cerrado, circundado por un bosque de pinos con asadores. A pesar de que no estaban en funcionamiento por tratarse de época invernal, se encontraban en perfectas condiciones de mantenimiento y limpias. 




El único punto débil de la cabaña resultó ser su calefacción, ya que sólo contaba con una estufa eléctrica. Al estar deshabitadas se encontraban muy frías,  y por estar con dos niños decidimos ¨mudarnos¨ a un lugar mejor calefaccionado. 


Así fue que la mañana siguiente desayunamos, cargamos nuestras cosas y salimos a conocer Cachi y buscar nuevo alojamiento, esta vez más tranquilos y descansados. 


Cachi sencillamente nos encantó. Y la acepción del término apoyaba nuestra percepción ya que en lengua Kunsa, de los Atacamas,  significa ¨lugar hermoso¨. 




Es un pueblo pintoresco que cuenta con aproximadamente 7200 habitantes, en su mayoría descendientes de la cultura Diaguito – Calchaquí con influencia Incaica. Se encuentra en el Alto Valle Calchaquí, a 2260 msnm, descansando a los pies del Nevado de Cachi, que alcanza una altura superior a los 6000 mts.
Fuente: http://www.ombian.com.ar/NOA_2006/undecima.htm



Como es habitual, el ritmo del pueblo gira alrededor de la plaza, escoltada por su iglesia y el Museo Arqueológico. 


Iglesia de San José Obrero con espadaña de tres campanas  y Museo Arqueológico de características hispánicas - Cahi
En la plaza, y por tratarse del día del amigo, se estaba trasmitiendo en vivo un programa radial, el cual proponía una quermés con distintos juegos y premios. Adivinen quién fue la primera en anotarse...




Ahí estábamos todos, turistas, organizadores, locutores radiales y...los más importantes, los participantes. 


El primer premio consistía de 4 pizzas y dos gaseosas en el ¨Bar Comedor Fabiana¨. Grande fue nuestra sorpresa cuando anunciaron al grupo ganador, apodados por ellos mismos ¨Los Tímidos¨, integrado por nada más y nada menos que...ALMA! Dadas las circunstancias acompañamos a nuestra hija y sus flamantes amigos a hacer efectiva la entrega del premio...


Y de paso almorzar disfrutando de un merecido refrigerio...



Después del almuerzo nos dispusimos a realizar un paseo hacia un sitio arqueológico llamado Las Pailas, distantes 16 km del pueblo y al pie del Nevado de Cachi. Se recomendaba realizarlo con guía, pero nosotros decidimos aventurarnos solos y ver hasta donde llegaríamos. 


Se debe tomar hacia el norte, cruzar el río Cachi y tomar la RP 46 hacia el oeste. Se trata de un camino rural, donde se ven estancias rodeadas de plantaciones con cultivos, siempre con los cerros de fondo y el Nevado de Cachi con sus nieves permanentes como centinela. 






Una vista hacia atrás nos regalaba esta postal.




Los cardones y el Nevado de Cachi siempre presentes. 




Una vertiente había creado una vega en el medio del camino y la presencia de abundante barro impidió que nos acercáramos más a las ruinas, continuar a pie con un bebé de 1 año hizo que volviéramos sobre nuestros pasos y dejáramos pendiente este lugar para una próxima visita a la zona. 


Retornando desde Las Pailas teníamos el sol atrás, lo cual le daba luminosidad al panorama. 




De vuelta en Cachi, aproveché para recorrer nuevamente el pueblo.   


Las casas próximas a la plaza presentan un aspecto colonial, sus veredas son estrechas y presentan un importante desnivel con respecto a la calle.






Las casas esquinas con puertas en ochavas son características del noroeste.




El río Cachi aporta placidez con el suave sonido de sus aguas.




El lugar elegido para pernoctar la segunda noche fue el  Hostal Llaqta Mawk'a, ubicado a pocos metros de la plaza. Resultó ser más elegante que la cabaña pero menos práctico, ya que no disponíamos de comodidades para la convivencia con los chicos como cocina, patio, ambientes amplios, etc. De todos modos, es un lugar muy recomendable. 




Cardón joven en Hostal Llaqta Mawk'a - Cachi
Al día siguiente nos dispusimos a emprender el viaje de regreso.  Con la experiencia anterior en nuestras espaldas, decidimos hacerlo en dos tramos, pernoctando en San Miguel de Tucumán. 


Desayunamos tipo buffet en el hostal, cargamos una vez más nuestro equipaje y salimos por la RP 33 con rumbo noreste. Después de trasponer la localidad de Payogasta la ruta asfaltada hace un giro hacia el este, se aleja en línea recta y mirando hacia atrás obtenemos unas majestuosas vistas de la Sierra de Cachi con su colosal Nevado.




Unos km. más adelante la ruta atraviesa el PN Los Cardones, un área protegida donde este simpático cactus domina el paisaje. 



Sus hermosos y altos cardonales se yerguen en las laderas de los cerros. Cuentan las leyendas de los antiguos pobladores, que son indígenas que vigilan los valles y montañas ante la presencia de extraños. Precisamente son estos ejemplares de Cardones (Trichocereus pasacana), preciosos vigías del desierto, los que le otorgan el nombre al Parque Nacional.
Fuente: http://www.argentour.com/es/parque_nacional/los_cardones.php






Dentro del parque se encuentra una prolongada recta, llamada ¨Recta del Tin Tin¨.



Esta recta data del período Incaico (1480 - 1535), cuando una parte del camino del Inca atravesaba esta zona.


A ambos lados de la recta se observan grandes extensiones de cardones. Cada tanto el camino ofrece unos miradores donde uno puede tomar fotografías del lugar. 



Después de la recta el camino se torna sinuoso ascendiendo hasta su punto más alto, Piedra del Molino (3348 m.s.n.m). En el lugar existe un parador donde se obtenienen imponentes vistas de valle del Río Escoipe, con la popular Cuesta del Obispo. 



El toponimo Cuesta del Obispo se debe a que el entonces Obispo de Tucumán, monseñor Dr. Julián de Cortázar, debió pernoctar incómodamente en la cuesta durante una visita que efectuó en el año 1622.


Se puede ver una piedra de moler tallada en granito con varias toneladas que da nombre al lugar. Se cuenta, que era transportada en carro en el año 1927 y que, por el peso, se partió en dos.  Estaba destinada a una estancia del valle, y sus dueños, jamás volvieron por ella. 



Al lado de la piedra se encuentra una pequeña capilla, donde los fieles prenden velas y se disponen a la oración. 




A partir de aquí se termina el asfalto y comienza la cuesta propiamente dicha, un tramo con curvas y contracurvas, debiéndose atravesar numerosos vados, que afortunadamente en esta época del año traían poca agua. 


Coloridas montañas adornan el río Escoipe y su quebrada. 




A algunos la altura les hace mal...




Mapa del tramo recorrido. 


Fuente: http://viajarruta40.blogspot.com.ar/2010/03/recta-de-tin-tin-y-cuesta-del-obispo.html
Una vez atravesada la cuesta, vuelve el asfalto y la RP 33 nos condujo hasta la localidad de Chicoana, donde almorzamos empanadas salteñas en su plaza. 


Habiendo terminado este frugal banquete, empalmamos la RN 68 hacia el norte hasta la ciudad capital de la provincia, Salta. Fuimos hasta su plaza y conocimos su catedral.




Desde una de las calles de la plaza, puede verse el característico cerro San Bernardo con su popular teleférico.



Alma y Bauista aprovecharon para jugar y distenderse en su amplia plaza. 


Una vez que los pasajeros menores quemaron suficiente energía como para relajarse en el auto, emprendimos el tramo hacia San Miguel de Tucumán. Tomamos la RN 9, que en sus primeros km se dirige hacia el este oficiando de circunvalación, hasta un parador pegado al cerro San Bernardo, donde se puede apreciar una panorámica de la ciudad. 


El viaje transcurrió de lo más tranquilo, ya que en una buena proporción se trata de una autopista con cuatro carriles, sumado a que los chicos durmieron la mayor parte debido a la gran actividad desplegada en la plaza de Salta (gracias palomas salteñas!!!). 


Llegamos a Tucuman alrededor de las 20:00 hrs, pensando que esta vez la búsqueda de alojamiento  sería rápida debido a la amplia oferta, pero...otra vez no fue así. Nos llevó casi dos horas encontrar el Hotel Versailles, que medianamente se ajustó a nuestro presupuesto. 


Tucuman nos sorprendió por su movimiento, máxime que era sábado a la noche. Alma nos pidió un menú de Mc Donald's, así que después de una reparadora ducha caminamos hasta el lugar. Volviendo, frente a la plaza, nos llamó la atención una central de monitoreo de la policía tucumana, que a la vista de todos los transeúntes, a través de grandes vidrieras, mostraba los agentes en pleno trabajo.



Nuestro paseo estaba llegando a su final. Nos quedaba una breve recorrida matinal por la ciudad antes del último tramo. Un imperdible es la Casa de la Independencia. 



Qué emoción estar en un lugar tan histórico!



También visitamos la catedral...



Su interior...




La casa de gobierno...




Todo frente a la Plaza Independencia.




Alrededor de las 10:00 hrs. emprendimos el último tramo, el cual sobrellevamos muy tranquilamente...




Llegamos  a casa a las 18:30 hrs. muy satisfechos con los lugares visitados y con muchas ganas de volver. Hasta el próximo paseo!


Resumen con imágenes del viaje en formato de video:





Dedicado a Omar Bianciotto, quien a pesar de que ya no está más  entre nosotros, me ha inspirado a través de su sitio www.ombian.com.ar, no sólo a recorrer estos lugares, sino a crear el presente blog. Gracias, Omar!

8 comentarios:

  1. Muy buen viaje, Fer. Pero realmente es una pena que hayas llegado tan lejos y te hayas perdido lo mejor del viaje: Jujuy. Desde Salta eran un par de horitas más nomás hasta Purmamarca, Maimará, Tilcara y Humahuaca. ¡Lo tendrás que hacer en la próxima!

    ResponderEliminar
  2. Fabricio, esa justamente era la idea!!! Nos quedamos con muchas ganas, pero volver a cargar los chicos con más km no era saludable para ninguno, jajaja! Sin duda que en un próximo viaje lo haremos. Gracias por leer el blog y comentar. Te mando un gran abrazo!

    ResponderEliminar
  3. En la ultima semana de julio pasado, estuve con mi esposa recorriendo la misma zona a través de excursiones. Tus comentarios reafirman mi intención de volver nuevamente a la región, con el resto de la flia, pero esta vez en auto para dedicarle mas tiempo y observación. Excelentes tus comentarios y también los datos aportados. Atte. José Antonio

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias José por tu comentario.

    Tal cual vos decís, el lugar amerita varios días para recorrerlo por completo. A nosotros también nos quedaron lugares por conocer y actividades pendientes. Eso nos sirve de excusa para volver!

    Saludos a todos los que pasan por el blog.

    ResponderEliminar
  5. Hola Fernando, muy lindo tu blog, espero que sigas así que vas muy bien! Yo también tengo un blog con el mismo fin , solo que me gustan las motos, por lo que los viajes son sobre ellas, pero también los hacemos en auto o chata. Saludos. Gustavo. www.motoscalamuchita.com.ar

    ResponderEliminar
  6. Gustavo:

    Un gusto y un honor que hayas pasado por mi blog!

    Aprovecho también para felicitarte por el tuyo, sin duda que será de referencia para mis futuros viajes y paseos. Cuánta información!

    Siempre admiro a los aventureros en moto que veo por los caminos, la libertad y la integración a la naturaleza que te dan es único.

    Saludos!

    ResponderEliminar
  7. GRACIAS POR COMPARTIR TAN HERMOSO VIAJE , UN ABRAZO PEDRO

    ResponderEliminar
  8. Gracias Pedro por dedicarle tiempo de lectura al blog, abrazo!

    ResponderEliminar